MONTAÑA RUSA

Estuve pensando mucho sobre que tema hablar en este segundo post, y creo que encontré un tema que encaja muy bien para ser esta la publicación #2.

Cuando estaba aprendiendo a conducir, ,mi primer día estuvo bastante bien, sabía manejar carro automatico, pero para carro mecanico, tenia CERO coordinación sin embargo en el día uno me di cuenta que no era tan mala como pensé. Al día siguiente tuve mi segunda clase de manejo, iba menos nerviosa porque me di cuenta que no era tan complicado (la verdad es que todo mi primer día de manejo, lo hice solo en primera velocidad), pero en mi segundo día ya tenía que hacer cambios de velocidades, retroceder y demás, y me di cuenta que al parecer no era tan fácil como yo creí que sería, si me frustraba y me enojaba conmigo misma cada vez que se me apagaba el carro. El instructor de manejo de ese día me dijo algo que me hizo reflexionar mucho; “el segundo día siempre es más difícil, ,porque piensa que ya lo pudo dominar y al segundo día se da cuenta que todavía no sabe nada”, él obviamente se refería a aprender a conducir, pero en realidad creo que esa frase aplica para muchas cosas.

Así que hablemos de esos segundos días, puede que a ti te haya pasado en tu segundo día de trabajo, o segundo día de clases en un lugar nuevo, fuera lo que fuera, creo que muchos hemos vivido por ese “segundo día” en nuestras vidas.

Cuando vamos a aventurarnos a algo nuevo, tenemos todos los nervios  y la atención puesta en el primer día; “me va a gustar”, “voy a hacer nuevos amigos”, “voy a saber hacer bien las cosas”, “me van a tratar bien”...  infinidad de pensamientos pasan por nuestra cabeza antes del primer día. Si todo sale bien,  y sobrevivimos al primer día,  ese nudo en el estómago desaparece de a poco, y entonces llega el día número 2, y te das cuenta que el primer día fue como el episodio “piloto”; lo que pensabas que sabías hacer parece que no lo haces tan bien, la persona que te sonrió ayer, hoy no está, o quizás te volteo la cara, lo que creíste haber entendido, hoy parece ser un desafío. Muchas veces el segundo día es el más pesado, no diga que sea un día malo, solo que es más pesado, porque nuestros nervios ya bajaron, y comenzamos a ver todo con ojos más críticos y con los pies sobre la tierra.

Dicen que las segundas partes de películas son las peores,  a veces es cierto, y a veces la segunda parte es mejor que la primera, creo que lo mismo puede suceder con nuestras vidas, a veces los segundos días no son tan geniales como él primero, y nos desmotivamos. Pero lo importante es darnos siempre una oportunidad, date el chance de intentarlo, no tenemos que saber hacer todo y ser amigos de todos al segundo día. Saben, cada vez que empezaba una pasantía nueva, siempre decía “me doy 1 semana de adaptación”, cuando me tocó vivir fuera me di un mes de adaptación…. Cada circunstancia tiene su propio tiempo para que nos sintamos bien en un ambiente nuevo y creo que es importante que todos estemos conscientes que necesitamos de ese periodo para sentirnos cómodos y adaptarnos sanamente al cambio.

Y quizás algunos de ustedes no pasaron necesariamente por ese “segundo día”, pero esa falta de motivación o decepción tal vez les llego a la semana,  al mes o al año. Todos tenemos días malos, y no por eso tenemos una mala vida. La vida es una montaña rusa, algunas veces vamos a toda felicidad y lo disfrutamos, en otras ocasiones vamos igual de rápido pero sentimos náuseas y no sentimos estar disfrutando el recorrido, o vas tan lento que desesperas, y cuando llegas a la punta de tu montaña rusa y sientes que puedes disfrutar de la vista, caes a toda velocidad, no siempre vamos a estar en lo más alto y eso no tiene nada de malo.

Si estuviéramos todo el tiempo en la cima no nos daríamos cuenta, porque no tendríamos parámetro de comparación dentro de nuestra vida, y no sabríamos disfrutar de ella. Sea en donde sea que te encuentres en este momento dentro de tu montaña rusa, no te olvides de disfrutar, porque aunque sientas que vas en cámara lenta, la vida se pasa muy rápido, y es mejor reir y disfrutar. Como dije en mi primer post, hay que saber vivir feliz en  días nublados y los soleados, mantenerse con la frente en alto en esos días donde parece que todos están en tu contra, o cuando todos quieren ser tu amigo.

Disfruta tu montaña rusa, porque es tuya, y está hecha para que tu la pases bien. No estamos solos, no te preocupes, vas a superar tu “segundo día” o el loop de tu montaña rusa, date la oportunidad de creer en ti.

Cuidense mucho, los espero en mi proxima publicación

Mariaceleste Avila

Entradas populares