LA SANTIDAD NO HA PASADO DE MODA
Escuchas la palabra Santo, y ¿qué es lo primero que pasa por tu mente? Tal vez el nombre de un Santo reconocido en la historia, en la vestimenta que utiliza un santo, tal vez piensas en mártires, personas que dieron todo por los demás, en hombres y mujeres que marcaron historia con sus buenas obras,¿pero en algún momento has pensado en ti?, ¿te puedes imaginar como un santo/a?. En estos tiempos hemos colocado a la Santidad como un tema para los libros de historia o de religión, y nos es difícil traer el concepto al presente, a nuestra realidad.
No es ninguna sorpresa que nuestra sociedad se está desmoronando cada vez más, y que los “valores y principios” son útiles únicamente cuando “convienen”.
Escribir este texto ha surgido por esa misma razón, porque dentro de esa sociedad tóxica, hay quienes están intentando salir de ahí, hay quienes aún luchan por no dejarse llevar por la corriente. Este texto es para decirnos que NO ESTAMOS SOLOS, que aún hay personas con valores y principios dispuestas a hacer lo correcto y no lo conveniente. Quizás en otras épocas seriamos llamados “conservadores o cuadrados”, pero hoy somos SANTOS EN POTENCIA.
Y no es que la Santidad te convierta en alguien aburrido y conservador con quien nadie quiere estar, verás que la Santidad es esa luz que brillará en ti, que atraerá a más personas a seguir ese estilo de vivir, porque será la luz de Cristo la que te haga brillar en cada paso que des.
Sinceramente es más fácil hablar de la sociedad y cuán quebrada está, pero no estoy aquí para señalar, juzgar o criticar. El objetivo más grande que tengo es motivarte y encender esa chispa dentro de ti para que trabajes en tu interior ese ángel que llevas dentro.
PRESOS DEL CONCEPTO
Hemos colocado la palabra Santos en un pedestal, intocable y valga la redundancia, Santa. Realmente nunca pasó por mi cabeza convertirme en una persona santa porque en mi ingenua mente, la santidad era para los “perfectos de corazón” o “no pecadores”, automáticamente con estos conceptos nos sentimos excluidos y no dignos de la santidad.
La palabra <Santidad> continúa en el pedestal, la misma humanidad que la colocó en un pedestal, creó la barrera entre la santidad y la sociedad, hasta ahora. Porque son precisamente estos los tiempos en que Dios elimina esas barreras mentales y nos invita a dar ese paso a la santidad, nos dice que la santidad no ha pasado de moda y no es cuestión de perfección, sino de convicción.
Somos perfectamente imperfectos, pero es esa convicción por amor a Cristo la que nos lleva a la santidad, la convicción de querer hacer las cosas bien y de actuar conforme a la voluntad de Dios, es un proceso, y el camino a la vida eterna.
Muchas veces hemos dejado este camino, por miedo a fracasar o a fallar, pero es mejor un tropiezo en el camino correcto, que una camino libre de caídas directo al abismo. No importa cuantas veces caigas o cuán fuerte sea el golpe, porque si vas en camino a la santidad, tendrás un Dios amoroso dándote su perdón y dándote la mano. El compromiso es fuerte y poderoso, pero no vale la pena, vale la vida.
Así que no coloquemos la palabra santidad en un lugar inalcanzable, y seamos nosotros quienes liberen el concepto que por tanto tiempo estuvo encerrado, porque entre más personas comencemos a actuar conforme a la Santidad, mayor será el grupo de personas que verá que la santidad no ha pasado de moda y quiera emprender su propio proceso de transformación.
Al inicio mencioné que somos santos en potencia, porque somos como orugas con todo el potencial de volar con unas hermosas alas de mariposas. Si te encuentras rodeado de orugas y gusanos, recuerda que dentro de ti está esa mariposa lista para volar, no busques encajar, no busques tu lugar, BUSCA TU PROPÓSITO.
Tal vez hoy escribo para pocos, y pocos sentirán la profundidad, pero con fe espero que mañana seamos muchas las mariposas que nos encontremos volando en el cielo, no escribo para perfectos, sino para imperfectos que sabemos que nuestra fe puede trascender en la tierra.
Cada pensamiento, decisión y acción tienen el poder de llevarnos un paso adelante hacia la santidad, un paso a la vez. Verás que dentro de poco no serás el mismo, serás tu mejor versión, tu enfoque no será el mismo, y tus preocupaciones tampoco.
Todos buscamos cambiar el mundo, pero primero démonos la oportunidad de cambiar nosotros mismos, porque siempre tenemos la opción de ser mejores a como solíamos ser. Hoy quizás no te toca cambiar el mundo, te toca hacer el cambio en ti, y quizás ese cambio conlleva mayores retos y valor, pero recuerda que es un proceso en el que no vas solo, y puedes ver el fruto en tu propia trayectoria.
Quien esté detrás de este texto, te digo directamente y personalmente, que no tengas miedo de ser diferente, porque el mundo necesita valientes para hacer lo correcto y eso hoy en día nos convierte en diferentes, y es que si lo somos y cuando te sientas incomprendido en este proceso de santidad, recuerda que no estás solo, tienes a tu mejor guía en tu corazón y allá afuera confió en que hay más luchando por llegar a ello.
Somos valientes de hacer lo correcto, y no lo conveniente.
Mariaceleste Avila GS