NO PERDAMOS NUESTRA HUMANIDAD
Como co-creadores de nuestra propia realidad, hemos exigido
perfección en otros, lo cual ahora regresa hacia nosotros, exigiéndonos el
mundo que seamos perfectos.
Hace unos días publiqué en redes sociales plazas vacantes
para área operativa (servicio al cliente, cocineros y encargados de tienda),
esperaba recibir al menos 20 CV, pero grande fue mi sorpresa al recibir antes
de las primeras 24 horas más de 100 Hojas de Vida, de todo tipo.
Inicié a descargar los documentos para luego leerlos, y
entonces, de estar trabajando en busca de candidatos idóneos, me convierto en
testigo del desempleo en Guatemala. Ingenieros en informática, licenciados, y
otros profesionales no relacionados a la Industria de Restaurantes suplicando
por una plaza con frases como; “Estoy disponible para cualquier vacante que
necesite”, “Poseo disponibilidad inmediata para cualquier trabajo”.
Descargué la mayor cantidad de CVs que pude (mientras seguían
ingresando más a mi correo) así que me
veo enfrente de mi computadora con más de 120 Hojas de Vida recolectadas en 24
horas, para llenar 3 plazas vacantes. No soy reclutadora, pero al iniciar con
la lectura de Hojas de Vida, es increíble cómo nos volemos más exigentes, y
comenzamos a ver los nombres como datos, porque eso representan en ese momento,
una opción más.
Pero dando un salto en retrospectiva, yo no estaba viendo
datos, estaba viendo familias enteras, porque detrás de esos 120 candidatos hay
una familia que también necesita el trabajo, que también está esperando a que
lo contraten.
Muchas veces como empresarios o RRHH elegimos “explotar” a
nuestros colaboradores lo más que podamos, por un mayor beneficio propio o para
la empresa, pero a que costo?, Nuestros colaboradores se sienten saturados por
la carga laboral que lejos de disminuir, aumenta, y afuera nuestro país suplica
por una plaza. ¿En realidad estamos tomando las decisiones correctas?
Tal vez la economía no avanza, no solo por culpa del
Gobierno, sino también nuestra, porque hemos elegido nuestro beneficio como
prioridad. Pensemos en la situación actual:
Los empresarios se enriquecen, mientras los colaboradores
son saturados con carga laboral y otra gran parte de la población no cuenta con
un empleo.
Genera un pueblo infeliz por su trabajo mal pagado y carga
laboral, y otros desempleados luchan para sobrevivir. A su vez esto desata una economía
que no prospera, que no crece, porque el país no está motivado, decide
sobrevivir el día a día, así que el crecimiento económico queda en manos de
altos rangos.
Pensemos ahora en otras circunstancias; Más vacantes disponibles
de empleo, permiten no saturar a los colaboradores por una correcta
distribución de tareas para los nuevos integrantes. Ahora los colaboradores se
sienten más tranquilos y hay más personas con el poder adquisitivo para gastar
en el sistema, el cual a su vez crece y regresa a las empresas, permitiendo un
crecimiento económico.
No soy economista, pero sí sé que no vivimos en un mundo lineal,
que la causa no muere en el efecto. Porque todo hecho y toda decisión que hoy
tomemos, regresa a nosotros tarde o temprano. “La decisión de A afecta a B, que
luego regresará a A”.
Así que, lo que inició como un simple proceso de
reclutamiento se convirtió en una reflexión que va más allá de los hechos, que
nos dice que es momento de tomar las decisiones correctas aquí y ahora. Ser egoístas
perfeccionistas ya pasó de moda, somos humanos y necesitamos de la sociedad
para sobrevivir, así que porque no, mejor en lugar de intentar hundir a otros
para sobrevivir nosotros, nos damos una mano para todos vivir.
No somos datos, somos seres humanos únicos, no dejemos que
el mundo nos haga perder la humanidad. No sé cuánto tiempo le queda a la
tierra, pero creo que podemos trabajar para que lo que nos queda en esta vida,
en esta sociedad, sea un viaje placentero y no un tormento. Que la vida sea un
aprendizaje.
No demos por hecho nuestra situación actual, porque así como
hemos creado esta sociedad que ahora nos influye, somos capaces también de
transformarla desde nuestro propio ser. No demos por batallas perdidas las que
aún no hemos combatido en equipo. Como guatemaltecos es momento de que tomemos
las decisiones correctas aquí y ahora, es nuestro momento.
-Mariaceleste A.GS.