ESPERANDO O CAMINANDO


Hoy en día la vida va muy rápido, queremos todo para ayer, y cuando algo nos frena, nos sentimos impotentes o como si nuestra vida estuviera en pausa. Y hay muchas cosas que nos pueden hacer sentir así, desde esperar un ascenso en el trabajo, ser seleccionado para un trabajo,  esperar a que llegue tu pareja ideal, o esperar el momento perfecto para poner en marcha un proyecto, entre otras situaciones más específicas. Si hoy te encuentras en la sala de espera, para seguir con tu vida, o sientes que estás en “pausa”, estoy hablando contigo.

La vida está llena de salas de esperas, o escaleras de
descanso. Mi papá es arquitecto, así que de pequeña me gustaba preguntarle cualquier duda que me viniera a la mente, y un día le pregunté porque las escaleras tenían siempre una escalera más amplia para dar un par de pasos y luego seguir subiendo, entonces mi papá me explicó que eran las escaleras de descanso, su función es evitar que las personas se fatiguen y puedan seguir subiendo, -pero sería más rápido que siguieran subiendo y así llegarian más rápido- le dije. Y entonces me dijo algo que años más adelante cobró sentido para mí, -Sin esas escaleras de descanso las personas se cansarían más rápido y tal vez no subirían las gradas tan rápido como piensas, esas gradas ayudan a dar un breve descanso a las piernas, mientras siguen avanzando.

Mientras subimos en la vida, algunos tenemos más escaleras de descanso, quizás porque nuestra escalera es más empinada, no lo sé, solo sé que quizás esos días de frustración que muchos hemos vivido, resumido en una pequeña crisis existencial, preguntándonos porque no avanzamos o que estamos haciendo mal, sean  el primer paso para darnos cuenta que estamos en una sala de espera.

Estar en esa escalera, no significa que nuestra vida esté en pausa, seguimos avanzando, aunque no sea en la forma que quisiéramos, es por eso que es importante no bajar la guardia. Muchos se quedan dormidos en la sala de espera, sin darse cuenta que su puerta ya se abrió.

Cuando nos cansamos de esperar, todas nuestras frustraciones salen a  luz,  y esa energía acumulada la utiliza nuestro cerebro para colocarse en contra nuestra. Realmente nunca sabemos cuántos pasos en línea recta debemos de dar para continuar el camino cuesta arriba, pero siempre existen formas de no ahogarnos en nuestras frustraciones.  Lo principal es tener confianza plena en Dios, de saber que aunque tú no conozcas el camino, Él sí, y que no habrá un paso más o un segundo adicional en tu vida, sin el consentimiento de Él.

Y con tu  alma tranquila, ocupa tu mente, este mundo es maravilloso y siempre hay nuevas cosas por descubrir. Que la desesperación nunca te alcance, si te has dado cuenta que te encuentras en una escalera de descanso, aprovecha a hacer eso, a descansar y explorar nuevas cosas, porque cuando sea el momento de continuar subiendo, necesitaras nuevas energías para continuar.

Como humanos no nos gusta desviarnos de lo que tenemos en mente, porque lo consideramos una pérdida de tiempo,  pero perder el tiempo es tambien no darnos la oportunidad de hacer cosas nuevas, de tomarnos el tiempo de reflexionar sobre lo que somos y hacemos y pensar en lo que realmente queremos. Creo que existen pocas formas de perder el tiempo, una de ellas es pensar en los “hubieras”, y otra es quedarse llorando por frustraciones. 

Recordemos que si nuestro corazón sigue latiendo, no estamos en pausa, seguimos avanzando.


Mariaceleste Avila GS

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